miércoles, 10 de diciembre de 2008

X CIOIE y exclusión


Durante los días 11, 12 y 13 de Diciembre se celebra en Barcelona el X Congreso Interuniversitario de Instituciones Educativas. El CIOIE es un congreso bienal que reune a profesores e investigadores de las universidades españolas vinculados al área de conocimiento de la organización y la gestión educativa y a profesionales de la dirección, gestión y supervisión de instituciones y servicios educativos. Con el lema Organizaciones Educativas al Servicio de la Sociedad se quiere resaltar el carácter instrumental de las organizaciones en el seno de la sociedad en la que están inmersas y su compromiso con el desarrollo de una sociedad más justa, equitativa y solidaria.
Dentro del rico programa destacamos un simposium que tiene como temática articuladora las respuestas organizativas y pedagógicas a la compleja realidad de la exclusión educativa. Bajo el título Respuestas organizativas y pedagógicas ante el riesgo de exclusión educativa, y con la coordinación de los catedráticos Juan Manuel Escudero (Universidad de Murcia) y Antonio Bolivar Botía (Universidad de Granada), se presentan algunos resultados provisionales de la investigación que se está llevando a cabo por medio de un Proyecto Coordinado , Estudiantes en riesgo de exclusión educativa en la ESO. Situación, programas y buenas prácticas, en fase de desarrollo desde 2006-2009, realizado por dos equipos de investigación de las Universidades de Murcia y Granada, dirigido, respectivamente, por los profesores anteriormente citados. Incluye además, una aportación de un proyecto de investigación similar, desarrollado por un grupo de investigación de la Universidad del País Vasco, dirigido por la profesora Begoña Martínez Domínguez.
Todas las aportaciones comparten un marco teórico de referencia sobre el alumnado en riesgo de exclusión educativa, una serie de decisiones metodológicas relativas al estudio de campo (cuestionarios, entrevistas, análisis documentales, estudios de datos cuantitativos) y a un conjunto de estudios de caso (entrevistas en profundidad, observaciones de situaciones de enseñanza-aprendizaje, historias de vida de estudiantes).
El profesor Juan Manuel Escudero realizará la presentación del simposium situando las distintas aportaciones en el horizonte del proyecto coordinado. El profesor Antonio Bolivar con su aportación Alumnos en riesgo de exclusión educativa y buenas prácticas: dos conceptos borrosos para comprender fenómenos educativos complejos, hará una aproximación conceptual, compartida en los distintos desarrollos, a la realidad de la exclusión y las buenas prácticas. Las dos aportaciones procedentes de la Universidad de Murcia, Hacia una caracterización de las buenas prácticas pedagógicas ante el riesgo de exclusión educativa, presentada por Mónica Vallejo, y Medidas académico-organizativas en respuesta al riesgo de exclusión educativa en la ESO, presentada por María Jesús Entrena, ofrecen algunas consideraciones, datos y análisis, sobre "buenas prácticas" pedagógicas y una descripción de las distintas medidas organizativas dispuestas en la región murciana, con algunas ilustraciones sobre su funcionamiento en un conjunto de centros.
En la aportación del País Vasco, Respuestas de los Centros de Iniciación Profesional para evitar la exclusion sociolaboral de los jóvenes más vulnerables, elaborada por Begoña Martínez Domínguez, se describe la singularidad organizativa del programa estudiado en diversos CIPs, y se analiza el modelo formativo desescolarizado que los caracteriza, insistiendo en una serie de aspectos positivos para llenar de contenidos formativos y posibilidades de vida a chicos y chicas "abandonados" por la escuela y el curriculum regular.
La aportación del equipo de Granada, Medidas organizativas para luchar contra el estigma de los alumnos de los Programas de Garantía Social, presentada por José Manuel Martos Ortega, incide en el aspecto humano y el rostro en el que toman carne las dinámicas de exclusión, los aspectos estigmatizantes que tiene para quien los vive, describiendo las medidas organizativas que se toman en un centro para contrarrrestar la estigmatización de estos alumnos y alumnas y sus efectos negativos.
Ojalá este simposium sirva para compartir estas ricas experiencias y para evidenciar las inquietudes y el buen hacer de tantos profesionales que, desde el anonimato ,son los artífices de esas buenas prácticas que buscan erradicar la exclusión educativa para construir una escuela más equitativa. Jose Martos.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Medidas contra el abandono escolar prematuro

El pasado 2o de noviembre, en una rueda de prensa, la ministra de Educación, Políticas Sociales y Deporte, en una rueda de prensa, presentó un paquete de medidas para luchar contra el abandono escolar temprano.
Si tuviésemos que calificar dichas medidas con un calificativo utilizaríamos dos: necesarias y urgentes ante la situación actual. El sistema de indicadores elaborado por la OCDE y publicado en el año 2007, nos hace caer en la cuenta de la situación española, y en concreto, de lo que se ha dado en llamar el abandono escolar prematuro, es decir, el porcentaje de población de 18 a 24 años que no están escolarizadas y que tienen como estudios máximos la educación secundaria obligatoria. El gráfico que reproducimos, tomado de los datos ofrecidos por el Instituto de Evaluación en el año 2007 describen un panorama desolador. Frente al 15,3% en el que se sitúa la media europea, España, desgraciadamente, vuelve a ser uno de los países que se encuentran a la cabeza de este problema educativo con un 29,9%. En la misma rueda de prensa a la que nos referíamos se indicaba un porcentaje mayor: 31% de jóvenes españoles frente al 14,8% de la media europea.
Un sistema educativo, que quiera fundamentarse sobre el principio de la equidad ,no puede pasar de largo ante esta situación sangrante de quiebra que evidencian las estadísticas. Así el Plan para reducir el abandono escolar, aprobado en una Conferencia Sectorial de educación, se propone para el año 2012 reducir a la mitad el porcentaje antes señalado.
Si analizamos el perfil de jóvenes que engrosan ese porcentaje obsevamos que muchos de ellos no han alcanzado ni siquiera la titulación obligataria. Las medidas se dirigen a prevenir esa situación desde la etapa de educación obligatoria.
Ojalá las comunidades autónomas sepan aprovechar ese plan y aplicar las distintas medidas con eficacia y decisión, para que estas no sean de nuevo otra declaración de intenciones sino una etapa decisiva para alcanzar una escuela que prevenga contra todo tipo de desigualdad.

sábado, 6 de diciembre de 2008

Repensar la exclusión desde el escenario en que acontece


“Consideremos la exclusión como una obra de teatro con sus personajes típicos, sus decorados, su libreto, sus apuntadores, su director, su desenlace incierto. Sin embargo en vez de quedarnos en la sala para asistir a la representación, vamos a mirar tras bastidores la manera en que está montada la pieza, cómo y por qué fue escrita, cómo y por qué la representan ante ciertos públicos aquellos a quienes se llama, justamente actores de la inserción (profesionales de lo social)… Tratar de comprender lo que en ella se representa, lo que en ella está en juego, a lo que ella juega. Indagar qué incluye la exclusión y, por tanto, qué excluye o deja de lado. Trabajar, no en la exclusión, presuponiendo lo que es, en qué consiste, sino sobre la exclusión, a fin de saber lo más ajustadamente posible de qué hablamos cuando hablamos de exclusión, y de qué, al hablar de ella, evitamos hablar. Condición necesaria para hablar de otra manera, para hablar de otras cosas, para actuar de manera diferente”

S. Karsz (2004). La exclusión: Bordeando sus fronteras. Madrid: Gedisa, 134.

El parado 3.000.000 se llama José Luis

Detrás de cada número hay una historia en la que se hace presente y toma rostro los procesos de exclusión. El parado 3.000.000 se llama José Luis, en su vida convergen una serie de circunstancias sociales, políticas, económicas, personales que lo sitúan en una situación de vulnerabilidad. Noticias como estas nos ayudan a conocer, un poco más, del rostro de la exclusión. Jose Martos.


"El día ayer en Madrid era tan inhóspito como José Luis ve su futuro próximo. Cuando acudía a inscribirse a la oficina de empleo, a la una de la tarde, soplaba un viento gélido que se mezclaba con una lluvia fría. "Lo veo muy complicado", afirma. A sus 29 años, este cerrajero madrileño que perdió su empleo hace dos semanas, bien podría ser el parado registrado número tres millones en las estadísticas oficiales.

Noviembre se cerró con 2.989.269 parados, a un ritmo de casi 6.000 más cada día. Así que, cualquiera de los nuevos desempleados inscritos esta semana puede ser el que lleve la cifra a los tres millones.

La cerrajería en la que trabajaba José Luis Morales Arroyo cerró hace quince días. Lo veía venir. "Hemos estado meses con los brazos cruzados", afirma. Ha buscado empleo por su cuenta. No ha encontrado. Ahora ha decidido recurrir a los servicios públicos y solicitar la prestación para pagar el alquiler de su piso y la letra mensual del coche. No cree que le dé para mucho más.

El involuntario y dudoso honor de ser el parado tres millones también podría recaer sobre cualquiera de los 600 trabajadores desempleados que se pusieron en cola para tramitar papeles en las tres oficinas del Servicio de Ocupación de las Islas Baleares, en Palma. En una de ellas estaba Juan. "Puedo llenar el diario con mi caso. Tengo 64 años y dos hijos, es la segunda vez que cobraré el paro. Soy pintor y el último empresario que me echó mientras estaba de baja tiene 70 pisos en propiedad pero no me liquida. Las cuatro compañías en las que trabajé se han evaporado".

En Baleares fue donde más se notó la subida del paro el mes pasado, al aumentar un 23% respecto a octubre. El dato incluso podría haber empeorado de contabilizarse casos como el de Manolo. "Me acabo de estrenar en las oficinas del paro", dice este animador de hotel de 25 años, que ha estado ocupado durante seis meses en su oficio, al que podrá volver en primavera. No se contabiliza entre los 70.144 desempleados de Baleares, porque es uno de los 41.000 trabajadores fijos discontinuos que tienen un periodo de empleo mínimo de seis meses cada año con la temporada turística.

En la oficina del Servef, el servicio valenciano de empleo, del muy obrero barrio de Orriols, en Valencia, esperaba José, de 26 años. Él es uno de los afectados por la onda expansiva del ERE y de los paros de producción en la planta de Ford en Almussafes. El viernes, la empresa en la que trabajaba desde hacía un año, dedicada a "piezas de automóvil y airbags", lo dejó en la calle.

"La cosa está muy mal porque no se venden coches. En vez de cambiarlo cada cinco o seis años como hasta ahora, la gente prefiere estirarlo hasta que aguante", comenta José. Para él, todo está cambiando muy rápido. Él y su compañera se compraron un piso. "Tenemos una hipoteca a 30 años y pagamos 600 euros al mes. Todavía no nos ha llegado la primera cuota".

Si el parado tres millones fuera una mujer, Gladys podría tener ese número. Perdió su empleo hace unos días. La empresa para la que trabajaba como conserje o limpiadora, según la época, emplea a personas discapacitadas y rescindió su contrato después de dos años y seis meses porque la calificación del grado de minusvalía de esta ecuatoriana de 43 años (tiene artrosis en las cervicales y tendinitis en hombro y manos) había bajado del 38% al 19%.

Ayer se presentó, con pocas esperanzas, en una de las oficinas de empleo público de Barcelona para pedir un trabajo: "Hay tanta crisis, está todo mal. Ni siquiera puedo darles un número de teléfono, la compañía me lo ha dado de baja porque no lo puedo pagar".

Información elaborada por Manuel V. Gómez (Madrid), Andreu Manresa (Palma de Mallorca), Ignacio Zafra (Valencia) y Amanda Mars (Barcelona). Publicado en el País (6.12.2008). Enlace a la noticia