sábado, 4 de julio de 2009

Desempleo persistente

Gran parte del descenso del paro registrado en junio, que fue de 55.250 personas, se debe a los efectos del llamado Plan E o de Inversión Municipalizada, que ha conseguido crear hasta el momento 391.000 puestos de trabajo. No pocos economistas han denunciado esta efectividad del plan del Gobierno como si fuera algo reprochable porque no crea empleo estable en mercados tecnológicamente avanzados. Pero no lo es. El Plan E fue concebido como una medida de choque contra el imparable crecimiento del paro causado por la recesión. Hasta el momento está cumpliendo su función. Dicho lo cual, hay que esperar que otras medidas del Gobierno surtan efecto para crear empleo estable en actividades con valor añadido.

El descenso del paro registrado por segundo mes consecutivo es una buena noticia estadística, pero poco más. Quien quiera ver en los datos del Instituto Nacional de Empleo (Inem) una confirmación de los brotes verdes o un signo de recuperación cometerá un error. Son las cuentas de la encuesta de población activa (EPA) las que nos darán una versión más acertada y homologable del mercado laboral. Además, no están garantizados nuevos descensos del paro, porque no hay razón para que se repitan nuevos impulsos a la contratación en el sector servicios después del inicio de la temporada turística y porque en septiembre suelen ejecutarse las decisiones de ajustes de plantilla.

La economía española está tocando fondo, pero la cuestión es durante cuanto tiempo permanecerá en ese fondo. Probablemente, durante no menos de los próximos dos trimestres más otros tres de lenta y penosa recuperación. Es muy probable que en 2010 se alcance la tasa del 19% de desempleo. Tal predicción implica costes sociales muy elevados y un déficit público que se aproximará el año que viene al 10% del PIB.

De esta mala situación de fondo en el mercado laboral se deduce la urgencia de un acuerdo sólido y, si se puede, rápido, en la mesa del diálogo social entre el Gobierno, los sindicatos y la patronal para tomar decisiones que dinamicen la contratación. Como el recorte de las cotizaciones sociales, puesto que la tributación española sobre el trabajo es de las más elevadas de Europa. Pero la negociación se ha frustrado por el momento. Un acuerdo mínimo que estimule la contratación y contribuya a proteger a los desempleados sin subsidio aliviaría mucho la crisis laboral.

Editorial. El País (04.07.2009)

lunes, 29 de junio de 2009

¡Es la educación!

El Gobierno español, por fin, quiere dejar atrás un modelo económico agotado y generador de importantes desequilibrios. Los sectores de la construcción y del turismo, ambos en crisis, generaron conjuntamente en el momento más dulce de la última década dorada casi el 25% del PIB, que es la cuota más alta de la Unión Europea.

Si España quiere un modelo más sostenible y con menos paro, debe mejorar su sistema educativo

A pesar de ser -o por ser- un modelo intensivo en creación de empleo, España ha perdido puestos de trabajo al ritmo más rápido de Europa y hoy tiene más parados que Alemania, aunque la economía alemana sea más del doble de la española. Estos datos confirman que el modelo económico español tiene los pies de barro.

La eliminación de la desgravación a la vivienda a partir del año 2010 es un paso en la dirección correcta. Esta deducción fue el emblema del ahora exhausto modelo de crecimiento español y engendró la mal llamada "cultura de la propiedad".

Pero ésta y otras medidas anunciadas por el Gobierno (ayuda para la compra de un coche, digitalización de las aulas, etc.) no bastan para crear un modelo basado más en el conocimiento y en las exportaciones. Son parches para aliviar la crisis, no las semillas de un nuevo modelo económico.

A mi modo de ver, la clave para la creación de un modelo más sostenible, y que no genere tanto desempleo cuando la economía va mal, reside en una mejora del sistema educativo español, y esto es algo que tardará un tiempo en hacerse y una década en notarse.

Los políticos quieren resultados en el corto plazo. Es lamentable que sólo ahora, a raíz de la crisis de la construcción, se haya puesto de moda entre la clase política hablar de la necesidad de moverse desde el ladrillo al ordenador. Algo muy diferente hubiera ocurrido si esta moda se hubiera extendido durante el boom económico. La afirmación de que España no hubiera llegado a donde está hoy con el Partido Popular en el poder es muy dudosa (de hecho, el auge de la construcción empezó con el PP, que no hizo nada para cambiar el modelo económico y poco para mejorar la educación en sus ocho años de gobierno).

España es el único país europeo que ha generado mucha riqueza durante un largo periodo, a la vez que una tasa creciente de fracaso escolar. La proporción de estudiantes que no terminan la ESO, según las últimas cifras disponibles (2007), es del 30,8%, el doble de la media europea. Un factor que ha contribuido a esta situación ha sido la facilidad, hasta 2008, de encontrar un trabajo en la construcción o el turismo sin necesidad de haber finalizado los estudios.

Es de suponer que la recesión cambiará esta tendencia, vergonzosa para un país desarrollado. En 2007, sólo el 61% de los jóvenes entre 20 y 24 años tenía un nivel de formación al menos de enseñanza secundaria superior, seis puntos menos que en el año 2000 y muy por debajo del promedio europeo (78%). Es cierto que la llegada de inmigrantes ha influido en estos dados, pero menos de lo que se piensa.

En España, según el Informe PISA, menos de uno entre 20 jóvenes de 15 años alcanza un conocimiento elevado en ciencias -como en México y Turquía-, frente a casi uno entre cinco en Finlandia, donde, por cierto, hay muy pocos colegios privados. Y en lectura, sólo el 1,8% de los jóvenes españoles de 15 años alcanza el nivel alto, lo que supone el peor resultado después de México.

¿Es que los alumnos españoles son más tontos que los de otros países? No lo creo. Algo tendrá que ver esta situación con el sistema de aprender a fuerza de repetir y memorizar, en lugar de mediar un análisis crítico. Y también el bajísimo nivel de los contenidos y la falta de autoridad del profesor. No se puede aprender si el profesor no recibe ninguna consideración por parte del alumno ni de su familia, y si el sistema además lo deja desprotegido ante cualquier abuso.

La tasa de abandono en la universidad es también alta y pocos aprueban el curso completo en el tiempo debido. Hay seis convocatorias para superar un examen, más la extraordinaria. ¡Vaya incentivo para estudiar!

Así que los universitarios españoles entran el mercado laboral con 24 años o más (21-22 en Reino Unido). Y el 22% de los mismos ocupa un empleo de nivel de calificación inferior al título obtenido, frente al 13,2% de los países de la OCDE. Y no hay ninguna universidad española entre las primeras 150 de la lista que se confecciona cada año en la Universidad Jiao Tomg de Shanghai.

¿Cómo espera España crear una economía basada en el conocimiento con estos niveles educativos? El país está pagando un alto precio por su ignorancia. El debate político sobre la educación está ciegamente enfocado a temas de menor importancia (no digo que no la tengan), como la Educación para la Ciudadanía y lo que la Iglesia llama el "fundamentalismo laico" en las escuelas, en vez de preguntarse por qué hay tanto abandono escolar.

La educación en España se ha convertido para los políticos en una especie de confrontación futbolera y hasta que esto no termine y todos remen en la misma dirección, crear una economía del conocimiento seguirá siendo un sueño imposible.

William Chislett. El País, 26.06.2009

domingo, 28 de junio de 2009

Todo sobre la ecuación porro-recreo


Verónica, 15 años, espera ante la puerta de su colegio con un cigarro en la mano. Viste uniforme escolar -falda, calcetines por la rodilla y una larga hilera de pulseras, su toque personal-, tiene la tez blanca, ojos rasgados y el desparpajo suficiente para quedar con una periodista desconocida que quiere hablar sobre porros. Del centro, un concertado religioso de una zona de clase media-alta de Madrid, entran y salen niños de distintas edades. Acaba el curso y se palpa su excitación.

"Si fumo, la clase se me hace más amena, imagino cosas graciosas"

"La profesora me preguntó por qué tenía los ojos rojos. Estoy resfriada, dije"

De gesto dulce y buenos modales, Verónica es hija de dos profesionales cualificados que se preocupan por su educación. Cuando su madre se enteró de que había empezado a fumar cigarrillos (el inconfundible tufo del humo en la ropa) tuvo con ella una larga conversación sobre las consecuencias del tabaco y le mostró fotos de pulmones machacados por años de consumo. "Pensé que me iban a matar pero no fue para tanto".

Así que sus padres saben que fuma. Lo que no saben (o eso opina su hija) es que también fuma porros. Y bastantes. Verónica siempre lleva consigo un neceser negro que hoy contiene dos paquetes de papel de liar, un cenicero portátil para las colillas -"No hay que dejar pruebas"- y dos chinas de hachís, "la vieja y la que acabo de comprar". Cuando está en casa, envuelve el neceser entre ropa y lo oculta en un cajón de su armario.

El breve historial de consumo de cannabis de Verónica no es excepcional: "A los 13 años los probé con una vecina. Empecé a fumar de vez en cuando y le fui cogiendo el gusto. Mi 14 cumpleaños lo celebré fumando. Al principio iba a pillar al Retiro, pero era muy malo. Ahora le compro a uno del barrio que tiene mi edad".

Verónica fuma porros de forma habitual, a veces por la mañana o durante el recreo, siempre fuera del centro. "Por las mañanas, a las ocho, mi madre me deja en una esquina y a veces antes de entrar al colegio me fumo uno en un parque que hay cerca". ¿Que por qué lo hace? "Por la sensación, porque me da la risa... La clase se me hace más amena y me imagino cosas graciosas o me da por estar en mi mundo. Una vez llevaba los ojos muy rojos y la profesora me preguntó que qué pasaba. Estoy resfriada, le dije. Nunca se pispan".

Uno de cada cinco chavales de entre 14 y 18 años fuma porros de forma habitual, según la Encuesta Estatal sobre Drogas en Enseñanzas Secundarias. El dato se mantiene estable respecto a la encuesta anterior (2006), pero no hay que olvidar que entre 1994 y 2004 el consumo de cannabis por parte de los adolescentes se duplicó.

Más preocupante es el caso de los adolescentes que fuman a diario: un 3,2% (el porcentaje aumenta con la edad y se sitúa en un 7,2% para los alumnos de 18 años). Algunos lo hacen fuera del centro, por la mañana o durante al recreo. ¿Y dentro? Aunque las consecuencias son graves (de 7 a 29 días de expulsión), sucede. Dos alumnas de un instituto público madrileño resoplan ante la pregunta: "Claro que se fuma también dentro. En el patio tras un muro, en el baño. Los jefes de estudio miran un poco, tiramos las colillas y punto. Es imposible controlarlo".

Que las consecuencias del consumo moderado de cannabis no son, de media y obviando las excepciones, catastróficas, parece evidente. Quizá usted fumó porros en el instituto y hoy tiene una vida perfectamente normal. Sin embargo, y según el nivel de consumo y demás factores del entorno del menor, hay voces alarmadas por las consecuencias académicas del elevado (que no generalizado) consumo de cannabis de los adolescentes hoy en día.

"En España aceptamos sin mucha alarma el que seamos el país con más fracaso escolar y con más consumo de cannabis por parte de los adolescentes, pero si ligas ambas cosas es muy preocupante", dice Miquel Casas, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona. "Todas las drogas afectan al rendimiento intelectual en un sentido u otro. Concretamente el cannabis produce trastornos en los procesos básicos en los que se apuntala el pensamiento: la atención, la concentración y la abstracción, los tres pilares necesarios para pensar y mucho más para estudiar. Afecta a estas funciones y por tanto afecta al rendimiento escolar, especialmente en edades en las que el cerebro aún no es maduro. Se ha estudiado a individuos con bajo rendimiento que toman cannabis, alcohol, etcétera, pero no lo contrario [el efecto en el rendimiento de quien toma estas sustancias]

. ¿La gente que fuma cannabis tiene menos rendimiento escolar? Sí. Siempre hay quien dice, pues éste ha fumado siempre y no le ha pasado nada. Ya, pero a lo mejor ha pasado de matrículas a notables".

En la Encuesta sobre Drogas a la Población Escolar 2002 de la Comunidad de Madrid, los propios alumnos reconocen que el cannabis les produce pérdidas de memoria (30,5%), dificultad para estudiar o trabajar (19,7%), tristeza, apatía y depresión (17,1%), y enfermedades o problemas físicos (6,6%).

"En los centros vemos a chavales que fuman a diario", explica Vicente Carrión Arregui, profesor de Filosofía de un instituto de Miranda del Ebro (Burgos) y autor habitual de columnas de opinión sobre temas educativos. "Son tres o cuatro chavales por aula que en el recreo dan unas caladitas y luego es difícil que puedan funcionar. Ir a clase fumado es una especie de tortura. El porro te invita a decir la primera chorrada que se te ocurre, a reírte a la cara del profesor y soltar una melonada. Y de ahí pasa al jefe de estudios. Lo que puede pasar es que esos chavales que empiezan a fumar acaben no pudiendo con los estudios, con problemas de autoridad, conflictos... Porque el cannabis te infla un poco el ego, te hace sentirte un poco más de lo que eres. Evidentemente, dificulta su rendimiento académico".

A pesar de opiniones como las del psiquiatra Miquel Casas, a los profesionales de la educación no les suele gustar establecer una relación directa entre porros y fracaso escolar. "Son mucho más relevantes los condicionantes externos, como el ambiente en que se mueva y viva el alumno, sus amistades y por supuesto su familia", dice Ismael Alonso, profesor de un instituto de Valdemoro (Madrid). "Los porros es una cosa más".

"El fracaso escolar es multifactorial, me parece una hipocresía achacarlo al consumo de porros, es minimizar el problema", interviene Francisco Montávez, médico de los equipos de Orientación Educativa de Vista Alegre, en Córdoba. "Es evidente que si consumes de forma abusiva vas a tener más problemas para concentrarte y lo cierto es que existe un consumo bastante extendido, pero me parece que se exagera y se tiende al amarillismo. Si a un chaval con problemas de estudio le quitaras el consumo, ¿dejaría de fracasar? Probablemente sí o probablemente no, no lo sé. Generalmente el que consume porros a diario es el peor de la clase, pero seguramente también lo era antes de empezar a fumar. Si pertenece a un entorno social favorable tendrá más capacidad de juicio para que no le afecte".

"Podemos afirmar que hay una asociación entre fracaso escolar y consumo de cannabis, pero en ningún caso que exista una relación de causa-efecto entre ambas realidades", explica Victor Galán, educador del colectivo Energy Control, que focaliza sus actuaciones en la disminución de riesgos asociados al consumo de drogas. "La asociación con el fracaso escolar irá en relación al uso que se haga de la sustancia y la persona que realiza ese consumo. Evidentemente, el consumo de cannabis va a dificultar el aprendizaje de aquellos alumnos que estén desmotivados. Son un colectivo más vulnerable a presentar problemas escolares. Es decir, que sí hay una relación, no hay que banalizar, pero no de causa-efecto. El fracaso debe abordarse contemplando más aspectos".

Uno de los principales problemas de quienes se dedican a la prevención es la baja percepción de riesgo asociado al cannabis de los adolescentes. "Con los años voy notando que se normaliza cada vez más el consumo de porros", dice Elena Ares, Jefe de equipo de prevención juvenil e infantil de la Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción. "Los chavales hablan del cannabis prácticamente como si fuera legal. Consideran que no está demostrado que enganche y se agarran a todo lo que oyen por ahí para quitarle hierro". Una profesora de un instituto madrileño que prefiere no ser citada opina que las clases de prevención surten poco efecto en sus alumnos: "No pasa por ellos en absoluto. Lo que enseñan te impacta más a ti. Ellos se lo toman todo a broma. Se creen súper mayores pero son muy niños".

"En el tema de la prevención hay varios problemas", interviene Vicente Carrión. "Suele pasar que quienes se dedican a ello no fuman y no lo han vivido experimentalmente y los que fuman o han fumado no tocan mucho el tema. Está disociado y se cae fácilmente en dos extremos: o se le quita importancia o se es alarmista, pero faltan muchos grises. Personalmente no creo que se trate de una cosa de alarma social, pero tengo claro que en la adolescencia cuantos menos porros se fume mejor. Hace 30 años igual te habría dicho lo contrario, que abre la cabeza y esas cosas, pero ya no pienso así".

Otro de los problemas de la prevención del consumo de cannabis es que no existe un programa específico (se aborda junto a otras sustancias). Por eso, el médico Francisco Montávez en colaboración con Francisco García, director del instituto La Escribana, de Villaviciosa de Córdoba, están desarrollando un programa específico que han bautizado Deslíalo. "La idea es que sea interactivo para implicarlos a ellos, que es lo más difícil", explica García. "Les queremos hacer entender que los efectos del cannabis duran mucho tiempo. Te quedas flojo, apavado, sin ganas, y eso repercute negativamente en el rendimiento".

Pregúntele a un adolescente que fume porros habitualmente por sus efectos en el estudio y obtendrá respuestas como estas: "Te deja un poco tonto". "Es como si se te quemaran las neuronas". "Cuando me pongo a estudiar enseguida me entran ganas de bajar a fumarme un porro con los colegas".

¿Y qué hay del rendimiento escolar de Verónica?

-El trimestre pasado suspendí cinco asignaturas porque estuve más a mis cosas y no me controlé. Éste he tenido cuidado, he fumado menos porros entre semana y he aprobado todas.

-Entonces te esperan unas buenas vacaciones.

-Sí, no tengo que estudiar. Voy a pasarme el verano to yonki.

Carmen Pérez Lanzac. El País 28.06.2009

sábado, 20 de junio de 2009

Pobreza y desigualdad




"La pobreza es una cuestión que molesta porque es siempre expresión de desigualdad, si no aceptable, al menos poco tolerable en una sociedad globalmente rica y democrática en la que se busca prioritariamente la igualdad real y no sólo la igualdad formal de los individuos-ciudadanos"

(S. Paugam, Formas elementales de la pobreza, 2007)

domingo, 14 de junio de 2009

La diferencia entre alumnos y alumnas es más social que biológica


Las chicas, en general, sacan mejores notas en lectura, y los chicos, en matemáticas, pero esto no quiere decir que su capacidad para aprender sea distinta, según un reciente análisis del Informe Pisa, la mayor base de datos internacional sobre los alumnos de 15 años. Desde hace tiempo, uno de los principales argumentos de los defensores de la educación separada por sexos es que las diferencias biológicas condicionan los aprendizajes, y precisamente recurren a los resultados de Pisa para sostenerlo. Sin embargo, el informe "no refleja diferencias significativas en las habilidades y la capacidad para aprender", dice Pablo Zoido, uno de los autores del estudio de la OCDE ¿Preparados igualitariamente para la vida? Resultados escolares de chicos y chicas de 15 años.

"Lo que nuestro informe enfatiza es que hay muy pocas diferencias y cuando las hay están en lectura", añade Zoido. En ciencias apenas existen desniveles. En 2006, sólo en seis países hubo desigualdades reseñables a favor de los chicos (entre 6 y 10 puntos sobre una media de 500) en Reino Unido, Dinamarca, Luxemburgo, Holanda, México y Suiza. Y a favor de las chicas (entre 11 y 12) en Turquía y Grecia. En matemáticas, en Pisa 2003 sólo hubo un país donde el resultado de las mujeres fue mejor que el de los chicos (15 puntos): Islandia. En todos los demás fue al contrario. De media, ellos sacan 11 puntos más, una diferencia que se mantuvo en 2006, siendo Corea el país que presenta un mayor desnivel (23).

Es en lectura, efectivamente, donde se producen distancias mayores. Los chicos españoles de 15 años sufrieron el mayor retroceso en lectura de toda la OCDE en 2006 con respecto a 2000: 38 puntos. En todo el mundo, los varones bajaron 10 puntos, con lo que la brecha a favor de ellas aumentó seis, hasta los 38. La mayor distancia está en Finlandia, con 51 puntos a favor de ellas. Pero no porque los chicos lo hagan mal, sino porque sus compañeras lo hacen rematadamente bien.

Con estos datos, y sin evidencia científica que ligue las razones biológicas con las capacidades de aprendizaje -"hasta la fecha no hay ninguna investigación que muestre procesos específicos de género envueltos en la construcción de redes cerebrales durante el aprendizaje", dice el texto-, lo que sí encuentra el estudio es que "detrás de cada diferencia de resultado hay causas de motivación o interés", añade Zoido. Ellos tienen menos interés en la lectura y ellas se enfrentan con más ansiedad a las matemáticas.

María Calvo, presidenta académica en España de la Asociación Europea de Centros de Educación Diferenciada, responde que esas desigualdades biológicas marcan el aprendizaje y, por lógica, se reflejan en los gustos y la ansiedad. Sin embargo, el profesor de Sociología de la Universidad de La Laguna José S. Martínez insiste en que "no está claro que las diferencias biológicas impliquen diferencias de aprendizaje, ya que pueden ser sociales", como sugiere el informe de la OCDE. "Están más en la sociedad que en la biología", dice Zoido, y lo argumenta con factores externos al ámbito educativo: la discriminación salarial de las mujeres las empuja a estudiar más, por ejemplo. Las españolas con estudios obligatorios cobran el 64% de la paga de un varón con la misma formación; para las licenciadas, el porcentaje es del 76%. De nuevo, la motivación.

Y en el caso de la lectura, el profesor Martínez recuerda que si las chicas sacan 38 puntos más, mayor es el desnivel entre los hijos de universitarios y los de padres que sólo tienen estudios básicos: 85 puntos a favor de los primeros. Los alumnos que tienen menos de 10 libros en casa sacan 135 puntos menos que los que tienen más de 500.

Como no es cosa de reclamar públicamente un colegio sólo para hijos de universitarios, ¿estaría justificado que chicos y chicas estudien separados siendo las diferencias menores? En España, algunas autonomías han planteado no subvencionar a los centros que separan por sexos; Cantabria lo ha hecho. En todo el territorio hay unos 150 centros privados de este tipo, de los que 57 están subvencionados. La gran mayoría están vinculados a colectivos católicos, aunque muchos defensores de esta opción hablan de modernidad y del éxito de su propuesta en colegios públicos de EE UU.

Sobre estos centros, el informe de la OCDE parte de la base, ampliamente aceptada, dicen, de que las chicas rinden más en los colegios separados y los chicos en los mixtos. Pero concluye que Pisa no respalda esa idea, aunque recomienda precaución ante esos datos porque esa opción está poco extendida y porque el estudio no evalúa el entorno y el desarrollo social de los jóvenes. Zoido señala: "Las diferencias tienden a desaparecer si se tienen en cuenta los contextos socioeconómicos y culturales de los alumnos y los centros". En muchos países, la educación segregada está vinculada a colegios con un alumnado muy seleccionado, por el dinero y por la implicación de los padres.

Y en los casos en que la diferencia se mantiene a pesar de ponderar ese contexto socioeconómico y cultural, los resultados apuntan en todas las direcciones: en algunas regiones de China y Chile los resultados hablan del éxito de los chicos en centros segregados, mientras que en Jordania o Qatar tienen más éxito si estudian en colegios mixtos. En Reino Unido y Nueva Zelanda, los colegios separados les son favorables a las alumnas, pero en Japón, Turquía o Chile les vienen mejor las escuelas mixtas. España no ha entrado en la comparación porque la muestra de alumnos que van a colegios separados, cuando se recogen datos para Pisa, no llega al 3% y no serían significativos.

¿Qué hacer entonces? El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, cree que no se puede "ser complaciente viendo cómo se perpetúan los estereotipos de género. Actitudes como 'la lectura no es para chicos' o 'las matemáticas no son para chicas' no pueden continuar: salen demasiado caras". María Calvo insiste en que "las diferencias naturales son una verdad que sólo se puede negar desde posturas de corrección política. Hay que experimentar, pero con naturalidad, sin dramatizar. No pasa nada por estudiar separados, aunque sea en algunas materias y a algunas edades", añade.

Y el profesor de La Laguna José S. Martínez defiende que la escuela "debe tratar las diferencias de aprendizaje como rasgos individuales y no formar grupos estancos". La última evaluación sobre la educación primaria en España, de 2007, dice que las mejores clases son las que agrupan a niños y niñas equilibradamente pero cuidando que sus capacidades y contexto social sean heterogéneos: sacan ocho puntos por encima de la media en lengua.

J.A. AUNIÓN. El Pais, 13.06.2009.

viernes, 12 de junio de 2009

Del Inem al empleo en red


Al ser nombrada secretaria general de Empleo, hace ahora un poco más de un año, me propuse visitar los servicios públicos de empleo de todas las comunidades autónomas para compartir in situ y acometer juntos el proceso de adecuación y mejora iniciado.

Cabe plantear la regulación de las agencias privadas como en Europa Visitando una nueva oficina de empleo, ubicada en un centro de referencia nacional de formación para el empleo, me llamó la atención que la gente del lugar siguiera refiriéndose a ella como la oficina del PPO, el Programa de Promoción Profesional Obrera que -en los sesenta- cualificaba a los trabajadores rurales para adaptarlos a la industria.

Desde entonces se han producido muchas transformaciones institucionales. El PPO itinerante dio paso al SAF-PPO, Servicio de Acción Formativa, que se dotó de centros y estructuras fijas de formación. El SAF se hizo SEAF-PPO, Servicio de Empleo y Acción Formativa, cuando a la formación se le incorporó la gestión de las oficinas de empleo. Con los Pactos de la Moncloa se creó el Inem, al integrarse en el SEAF la gestión de las prestaciones por desempleo.

La consolidación del Estado de las autonomías ha supuesto la desaparición del Inem, por la transferencia de las competencias referentes a la gestión de las políticas activas de empleo, y la consiguiente separación de las prestaciones por desempleo.

Hoy en España, los servicios públicos de empleo están formados por la red territorial de servicios de empleo autonómicos, con competencia para atender a las personas en desempleo o en mejora de empleo y a las empresas que quieren cubrir vacantes; y la red del servicio estatal, competente para gestionar las prestaciones por desempleo. Así, en las oficinas de empleo -que fueron transferidas a las comunidades- comparten espacio los trabajadores de ambas administraciones. La transferencia de estas competencias nos obliga a mejorar continuamente la coordinación entre el todo y las partes.

Hoy es posible y, en mi opinión necesario, construir y compartir desde un proyecto común, que a su vez disponga de la identidad y singularidad territorial que se requiera. Para eso contamos con la ayuda de una herramienta valiosa, Internet, que permite actuar en lo global desde lo local, fomentar el autouso para apoyar la colocación, prestar servicios, informar y formar.

Un buen ejemplo de ello es la red Eures, que canaliza el empleo disponible en la Unión Europea, mediante un portal común o los portales de los servicios de empleo públicos alemanes, holandeses, suecos o británicos.

El proceso de territorialización de los servicios públicos de empleo está unido al necesario reto de lograr su modernización. Es decir, disponer de unos servicios de empleo que puedan ser homologables a los de otros países de Europa en su estructura, organización y tecnología, porque un avance global hará más efectivo el esfuerzo que se realiza en el ámbito autonómico.

He podido constatar en el recorrido de trabajo por más de 40 oficinas de empleo la dedicación y productividad del servicio que se presta, sea en los itinerarios personalizados para el empleo, en la cobertura de ofertas o en el reconocimiento de la prestación por desempleo (el tiempo medio de reconocimiento en España es de cinco días).

Y a pesar de todo, no existe todavía una valoración suficiente de la función que realizan el conjunto de los servicios de empleo públicos. Es urgente concretar el mandato relativo a su modernización.

Una red de servicios de empleo actualizados y en mejora continua debe poder ofrecer un sistema de administración en autouso, sin limitaciones de espacio ni de tiempo, sin papeleo ni ventanillas, y muy especialmente facilitar el encuentro directo entre quienes ofrecen y buscan trabajo. El más efectivo de los canales por donde circula el empleo son los amigos y conocidos. El segundo canal es Internet, que facilita el encuentro directo entre las partes.

La mejora permanente de los servicios públicos de empleo comporta que su posicionamiento global en Internet sea adecuado al contexto actual. El servicio público puede y debe estar entre los portales de búsqueda de empleo más utilizados dando un servicio gratuito a todos sus usuarios, sean trabajadores o empresas. Facilitar la colocación a través del encuentro entre quienes ofrecen y quienes buscan empleo permitirá, por otra parte, potenciar los procesos de intermediación que son propios de la gestión autonómica y que éstos actúen de modo complementario a la red virtual.

En este contexto de mejora continua de los servicios públicos de empleo cabe también plantear la regulación de las agencias privadas en la misma línea que se está haciendo en otros países de Europa. Porque reforzar los servicios de empleo públicos no sólo es necesario para afrontar la coyuntura actual, sino muy especialmente para contribuir al cambio de modelo productivo que necesitamos.

Maravillas Rojo. Secretaria General de Empleo. El País, 12.6.2009

miércoles, 10 de junio de 2009

Exilio


"El exiliado, ese ser devorado por la historia... una historia cruenta. Ese desconocido. Ese ser que no tiene lugar en el mundo, ni geográfico, ni político, ni social, ni ontológico. Creo que el exilio es una dimensión de la vida humana, pero al decirlo me quemo los labios porque yo querría que no volviese a haber nunca más exiliados"
(María Zambrano, Los bienaventurados)