sábado, 2 de mayo de 2009

¿Quién puede curar a la sociedad?


Soy madre de tres hijos de 16,20 y 22 años, a la vez que profesora-educadora. Siempre me ha preocupado la educación y estoy convencida de que es la base para ser persona y poder relacionarse con los demás.
Desde hace algún tiempo observo que van en aumento las malas formas, los hechos violentos, los actos vandálicos, es decir las faltas de respeto a todos y a todo.
Por pasota que sea uno o aunque intente imitar al avestruz (esconder la cabeza...), no puede dejar de preguntarse ¿Qué está pasando? Incluso “a estas alturas de la película” no puede contentarse con decir: “La sociedad está muy mal”. ¿Quién es la sociedad? La sociedad somos todos y entre todos contribuimos a que nuestros niños y niñas crezcan en un ambiente sano, a que nuestros jóvenes tengan un “norte” y unos modelos a los que seguir; pero… ¿hemos caído en la cuenta de quiénes son hoy los modelos para nuestros hijos e hijas? Los medios de comunicación nos ponen delante de los ojos la vida de “famosillos” que por nada, viven de lujo, futbolistas que ganan cifras que los “mortales” no sabemos ni contar, políticos que se pelean, se insultan, no se respetan... Pero no vayamos tan lejos y pensemos en lo cercano ¿Cómo educamos a nuestros hijos e hijas? ¿Qué intentamos trasmitirles? ¿Somos coherentes con nuestros mensajes? ¿Cuanto tiempo les dedicamos? En mi modesta opinión creo que la clave de la educación está en el amor bien entendido, cuando quieres a alguien de verdad, no le puedes permitir todo, le debes de poner los límites, enseñarle qué está bien y qué no es correcto, es decir crearle una moral necesaria para el crecimiento de toda persona. Esta difícil tarea necesita tiempo y dedicación y quizás ahí reside el problema. Últimamente parece que estamos más preocupados en trabajar para tener y encima nos engañamos diciéndonos: “Es para que mis hijos tengan y disfruten de un mañana mejor”. No, no seamos ciegos, nuestros pequeños y nuestros jóvenes nos están pidiendo a gritos ¡Tiempo! Tiempo para que juguemos con ellos, Tiempo para que leamos con ellos, Tiempo para que les contemos cosas, Tiempo para que les escuchemos, Tiempo para vivir con nosotros.
Quizás, si somos capaces de darnos cuenta de lo que nos estamos jugando, con el esfuerzo de cada uno de nosotros y entre todos podamos conseguir que la sociedad mejore.

Mª Fernanda Pascual Miró
Mayo 2009

1 comentario:

Jose Martos dijo...

Verdaderamente existe una tendencia creciente a insistir en lo mal que está la sociedad. Basta con echar un vistazo a los medios de comunicación para constatar esta postura. Sin embargo, tal y como señala Fernanda, pocas veces nos detenemos a evaluar y examinar cuál es nuestra postura, nuestra forma de actuar. Las pequeñas cosas de nuestra vida son las que hacen posible el cambio de todo. Gracias Fernanda por tu aportación desde tu experiencia como madre y profesora.